Una fracción de los hechos se pierde entre parpadeo y parpadeo





lunes, 4 de abril de 2011

El otrotiempo

A veces mi abuela habla de una especie de pasado lejano e inconexo que parece haber formado, en algún momento, una república independiente del tiempo. Es una época llena de personajes a los que ya se les extinguió la vida o la juventud, que antes eran protagonistas y que ahora miran a los protagonistas desde los postigos, se inquietan ante el nuevo mundo, les molesta la excentricidad de sus intérpretes, se sorprenden o se aburren.

Para referirse a ese momento, y no al pasado en general, ella dice el otrotiempo; un claro en la selva negra de los años donde vivían personajes que nos llevan tres muertes de diferencia.

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El sábado por la noche, mi abuela estaba parada en un rincón del corredor hablando con Alvaro y Manuel, mis dos tíos que se aproximan a los sesenta. Manuel habla agachando la cabeza, enfatizando los ojos rojos. Discutían una reparación de la casa, la demolición de un pequeño muro en la cocina. Los vi viejos, superiores; personajes de un otrotiempo futuro.

4 comentarios:

Susana dijo...

me imagino una talla de tus tíos, en actitud pensativa, como si tuvieran un asunto entre manos, encontrada por unos arqueòlogos dentro de 200 años.

Linorn dijo...

Vivo con mi abuela.
Ella siempre enarbola sus historias en la hora de la comida, me llena las verduras de personas añejas; sabe que me interesa saber mucho de esto.
"El otrotiempo" me lleno de esos recuerdos.
Gracias

Ana María Mesa Villegas dijo...

Mi abuelita no tiene nostalgia, que es como decir que no tiene una bata rosada. Ella vive el presente solamente y un futuro que se le revela inconexamente cada media hora. Nunca, aunque lo he intentado, me ha contado una historia completa del pasado. No habla de mi abuelo (que sí tenía mil historias), ni habla de su mamá, ni de su papá, a no ser que sean los juicios repetidos que no hacía tanto ella, como sus hijos: que mamá Camila era loca, que papá Aurelio era muy bravo, que mamá Rosa prefirió siempre a Gloria (su hermana) y cosas así fraccionadas. Pero ni una historia para argumentarlas. No le he oído tampoco su historia; ella es el almuerzo que sucederá dentro de 5 minutos, la costura que tuvo que desbaratar porque se equivocó en dos puntadas, las llamadas de los nietos que viven lejos y las visitas de los familiares que estamos acá. Ahora está senil, pero ella es así desde hace tiempo.

Mi hermana y yo vamos los viernes a almorzar allá:
- Mijita, ustedes hacen vigilia.
- No, abuelita.
- Ah, les va a tocar porque aquí sí hacemos vigilia.
La misma conversación todos los viernes desde que empezó esta última cuaresma.

Mi abuela vive en otrotiempo sola.

Amanda dijo...

yo vivo con mi abuelo que cambia de personalidad con las faces de la luna. eres afortunado.