Una fracción de los hechos se pierde entre parpadeo y parpadeo





miércoles, 3 de noviembre de 2010

Lo de Percuto

Separado por un reclinatorio del resto impío de la casa, en un rincón, está reunida toda la piedad de mi abuela. Ella reza todos los días, seguramente para impedir que ocurra otra tragedia, como la de Alicia, la niña, que se quemó en 1.960 y murió en diciembre desatando la tristeza, el dolor, la debacle familiar a causa del alcoholismo desesperado de mi abuelo. Las vírgenes afligidas la escuchan, los santos la reconocen como una audiencia acostumbrada. Y ella está ahí, arrodillada, haciendo lo mejor que puede para evitar una tragedia.

La abuela me habla de Percuto. Pobre Percuto, dice, ¿dónde andará?. Me lo describe como un muchacho torpe que concentró toda su escasa malicia en una destreza impensable en la guitarra. Ella era muy joven y veía a Percuto salir a la medianoche, amarrándose los pantalones con una cabuya, alistado por sus compañeros para la serenata. Don Luisito Bañol tocaba la trompeta con sordina, me dice, y la profundidad le invade los ojos cuando escucha Mi diosa idolatrada.

Me imagino la escena. Me imagino todo lo que me cuenta. El olor a costal de Percuto. Mi abuelo aterrado, rodeado por miles de espejismos que gritan mataron a don Álvaro, viendo el mundo por un instante con la mirada muerta. Me imagino a Don Luisito Bañol acomodándose el sombrero, haciendo ese gesto rumiante de los trompetistas. Me imagino a mi abuela arrancando del calendario el 20 de octubre de 1956.

La oigo en la cocina. La siento pisar de un lado a otro, llevando del lavaplatos al comedor a Percuto, a Alicia y a Luisito Bañol. Los días son diferentes para ella, veo sus arrugas, su paso meditado y pienso que para llegar al futuro, desde tan lejos, solo hace falta un poco de paciencia.

21 comentarios:

Juan Mauricio Peña dijo...

Brutal, parce, parece el comienzo de una novela. Debería continuarlo.

Jorge dijo...

Muy bueno que le haya gustado, Peña. Yo creo que escribir una novela es muy difícil y la empastada es muy dispendiosa. Eso es bueno de los blogs, que son como la unión libre de la "literatura", uno puede atreverse a hacer algo aquí aunque no resulte con nada y lo peor que puede recibir a cambio es un mal comentario.

La semana pasada fui a una carnicería nueva a comprar la carne y allá estaba su mamá. Inmediatamente pensé, (tal vez porque asocio mucho a las mamás de mis amigos con la mía): Seguro que la mamá de Peña reza mucho para que a Peña le vaya bien en Buenos Aires. Mi hermana me dice que cuando yo estaba viviendo en otro país, mi mamá decía cada vez que iban a almorzar: ¿Qué estará almorzando su hermano?

Jorge dijo...

¿A ustedes les parece bueno que las mamás recen por uno?

Yo sé que mi abuela y mi mamá rezan mucho por mi. Les aseguro que a mi eso me gusta mucho.

Susana dijo...

Mi abuelito reza mucho por mí y me parece muy bonito.

Él está jubilado hace como mil ochocientos años, entonces siempre ha estado pendiente de qué necesitamos, qué vueltas tenemos pendientes, qué exámenes vamos a presentar, etc.

Aparte de que se ofrece para hacer las vueltas, nos consigue las citas y nos acompaña a hacer las que tengamos que hacer personalmente, reza siempre para que todo salga bien y nos cuenta, como para que el hecho de que él haga rezad nos dé la tranquilidad de que todo va a salir bien.

Hasta ahora, siempre que él ha rezado, todo ha salido bien.

Susana dijo...

*haya rezado

Ana María Mesa Villegas dijo...

Mi papá es ateo y mi mamá peleó con la iglesia... mi abuela reza "de corrido" como sin mucho sentido y es la única abuela que me queda... yo creo que nadie reza por mi... no sé por qué, si hace 5 minutos eso no me importaba, ahora que caigo en cuenta me deja pues como un vacío!! Y a Juanito Efectivo le gusta que recen por él... a Juanito Efectivo!

La primera frase de este post me hizo dar ganas de llorar...

JuanDavidVelez dijo...

Mi mamá y mi tia rezan por mi, rezan mucho por mi. Parece que sus oraciones han sido escuchadas, por lo menos con la información que tengo disponible en este momento, y desde el sentido de ese trino brillante de una araña mirándolo a uno y diciéndole "estamos vivos los dos". Porque si fuera por el billete que tengo, uno si podría decir tranquilamente "las oraciones de la mamá y la tía de juandaví no han servido para nada". Pero no, no hay que mirarlo desde ese punto de vista, en fin, yo creo que las oraciones han servido.

Cuando yo vivia en la casa de mi mamá y mi tía, mi mamá siempre ha sido de prender veladora para las ocasiones especiales, una veladora para cada necesidad especial. Yo tenía 20 años, algo asi, yo le decía con muchisima seriedad "ma, hay que prender la veladora porque tengo una entrevista de trabajo", ella la prendía. Siendo honesto debo decir que la veladora poco funcionó, pero yo le seguía diciendo que prendiera veladora cuando me parecía que la ocasion lo ameritaba. El cuentesito de la veladora no se lo copie en mi casa porque en la casa de ella más de una vez la veladora nos hizo pasar sustos con principios de incendios, pero eso fue cuando yo tenía 10 años, pero ya diez años después mi mamá ya dominaba el fuego y nunca volvió a existir amenaza de incendio en la casa.
(en resumen, mi mamá y mi tia si rezan por mi y me gusta eso, aunque nunca pienso en eso).

Ni pa que digo que la entrada está muy chimba, es la última vez que digo eso.

Jorge dijo...

Yo tengo una tía que trascendió del simple rezo a la oración. En el último cumpleaños me llamó y me preguntó: "Mi amor, de qué color quiere que le prenda un velón?". Yo le dije que morado, pero me dijo que no tenía morado, que tenía amarillo y verde, y que iba a prender el amarillo porque ese era el color que llamaba la plata. Como a la semana me llamó y me dijo que el velón se había quemado parejito y que esa era una buena señal.
Yo confío mucho más en los rezos de mi abuela y en los de mi mamá que en esa espiritualidad de la fecundidad de la tierra y los significados de los colores. Esa fe de ellas es como la de los hinchas de un equipo de fútbol malo.

Susana dijo...

Como de los ángeles que salían en las galletas Saltín

JuanDavidVelez dijo...

¿este blog no le gustó a Ana María?

Se lo voy a recomendar a ella.

S E B A S T I A N G O M E Z dijo...

Una abuela mía -ya fallecida- era muy pragmática:
"pa' que estar comprando velas de verdá, sabiendo que venden esas velitas que se conectan. Eso no causa incendios y siempre vive prendida"
La mantenía conectada iluminando a una María Auxiliadora de metal. Mi abuela y sus amigas un día hicieron una "cadena de oración" para que yo ganara el año, y sí señor, pasé a 10º porque gané la habilitación de trigonometría.
Elegante entrada!

Jorge dijo...

Muy bueno uno poder medir el verdadero poder de las oraciones de la mamá. A mi se me dificulta mucho hablar en público entonces para la primera audiencia que tuve le pedí a mi mamá que prendiera la vela, que rezara para que todo saliera bien. Cuando estaba allá veía a la abogada de la contraparte toda enredada, improvisando, argumentando cosas sin sentido y pensé: Jesús hizo su trabajo en contra de esta señora. La veía y pensaba: Mi mamá reza más que la suya, señora.

Otra muestra de la efectividad de la oración está en que Sebastián ganó el año.

Lalu, yo no me acuerdo de los ángeles de las galletas Saltín. Eran como las figuritas del chavo que salían en los paquetes de yupi?

Jorge dijo...

Juan David, Ana María me escribió al correo. Me dio mucha risa lo que usted le respondió en su blog, un mensaje muy contundente.

JuanDavidVelez dijo...

Hey Sebastian, pues si, dios también ve con buenos ojos las herramientas para rezar que venden en homecenter.

Según el resultado de esa cadena de oración podemos concluir que en los altares lo de menos es el material para construirlos.

Como decía un amigo del colegio "luz, más luz"

(¿cierto que esa petición no es original del parcero sino que es una petición que está en otra parte?)

Hijueputa ome, a mi mamá le tengo que decir que enfoque sus oraciones hacía objetivos muy concretos, algo asi como "que el otro man que va por ese trabajo no lo haga bien argumentando y le de en el día de hoy por gaguear", y es verdá, dios escoge al que rece mejor, tal vez también por turnos, tal vez a la mamá de la pelada de la audiencia ese día le dijo "pero es que mi amor, en la audiencia pasada le ayude, hoy ayudare a este otro señor, espero que me comprendas".

O tal vez fue una competencia desigual, tal vez esa pelada no tenía quien le rece.

Anónimo dijo...

he estado ad portas del llanto... y esta entrada me empujó un poquito más, pero no voy a llorar. Hay una mariposa negra en la puerta de mi apartamento.

Jorge dijo...

No, Anónimo, pero esa no era la idea de esta entrada. Sólo quería hacerle honor de alguna forma a Percuto y demostrar la correlación entre la oración y la menor propensión a la tragedia ó, visto de otro modo, entre la oración de las abuelas y el éxito de los nietos.

Por otra parte, Juan David expone la indiferencia de Dios con respecto al material de la vela o del altar. Esta discusión solo busca discernir cuál es la forma más eficiente de rezo, cuál es el rito más eficaz.

CARAPÁLIDA dijo...

A mi también me gusta mucho que recen por mi y me gusta rezar por la gente y por mi subconsciente...para no soñar que me apuñalan...
Lalu...a mi me gustan mucho los ángeles...por qué no te gustaban los que salían en saltinas? Yo hace poquito tumbé a Jofiel y se le quebró una mano y un pedazo de ala. Yo estuve preocupada por eso un montón de tiempo pero afortunadamente Jofiel es el de la claridad mental y eso no es tan importante...entonces no hay problema.

Juan David...tus comentarios me hacen reir mucho!.
EXCELENTE ENTRADA PATY! Siempre es bueno saber la perspectiva de otra persona acerca de los seres allegados a uno.

Susana dijo...

Carapálida, ¿es en serio?

Eso de los ángeles en las galletas saltinas es como el horóscopo en Muy buenos días: banalización de lo trascendental, volver coleccionable una cosa que debería ser espiritual, etc. (sumá ahí toda la cantaleta qu se te ocurra)

Todos esos cuentos de las energías, los ángeles, los chakras, los están volviendo pura mercancía con cero profundidad.

taranto dijo...

Amigo EFECTIVO:
Como siempre, encuentro sorpresas poéticas y amargas de nuestra condición humana en sus ENTRADAS.
Yo rezo para que la gente humilde no prenda una veladora para implorar milagros del cielo... ¡Dios les quema la casa!
¡Atrévase a la novela, que yo se la EMPASTO!
Saludos.

Ángela Cuartas dijo...

Mi papá siempre rezaba por mí, estoy segura. Lo que pasa es que él era un rezandero callado, pero era muy rezandero. Solo una vez en la vida me dijo que fuera a misa. Yo le dije que no me gustaba y me dijo que bueno. Seguramente incrementó sus rezos para compensar. Lo que él no sabía es que yo también rezo y más desde que él se murió. A veces también prendo veladora, la que tenga a la mano. Siempre me ha funcionado, al menos para hipnotizarme.

Juanito, cómo es eso de trascender del rezo a la oración? Eso no lo entendí.

Jorge dijo...

Ah, es que el rezo es una cosa más artesanal. La oración es como arte conceptual. Mi abuela reza y le da rabia con otras viejitas que dicen: "Hay que orar".