Una fracción de los hechos se pierde entre parpadeo y parpadeo





lunes, 13 de septiembre de 2010

El Tío Aníbal

De todas las veces que ha aparecido el Tío Aníbal, la que recuerdo mejor fue cuando entró a la casa de mi abuela, después de muchos años, cargando un bagre larguísimo a cuyo paso mis primitas gritaban ¡fo!. Llevaba 5 años perdido, recorriendo los ríos de la costa, comprando pescado en el San Jorge, abasteciendo de mangos y huevos los tugurios de Puerto Valdivia, devolviéndose de vez en cuando a dormir en Yarumal.

El tío anda de camisa de manga corta; la nariz y las orejas son grandísimas, dilatadas tal vez como una adaptación para los negocios. Las manos son enormes, le brillan dos anillos.

De todas las veces que ha aparecido el Tío Aníbal, la que más recuerda mi mamá fue cuando entró a su casa, con el pelo largo, la barba enredada, flaco, tembloroso y picado por insectos del tamaño de bujías. Había pasado dos años en la prisión agrícola de Araracuara, en medio de la selva, en un punto fronterizo entre Caquetá y Amazonas. ¿El crimen? todos prefieren decir que fue un malentendido. Él no dice nada.

Todavía conserva en su voz el efecto tembloroso de las minas de mercurio. Él dice que Ángela, su esposa, perdona todo. Que incluso perdonó al asesino de su hijo y que cuando va al cementerio lleva flores para los dos.

Poco a poco el Tío se ha vuelto más frecuente. Se sienta en el parque y conversa con desconocidos. Como si la minería y la venta de pescado hubieran eliminado en él toda maldad.

29 comentarios:

S E B A S T I A N G O M E Z dijo...

Uuuu, quieto!
¿Estuvo en Araracuara? yo conocí a un viejito una vez, en Amalfi, que había estado preso en Antadó, una colonia penal que el gobierno de Marceliano Vélez había mandado construir para los bandidos antioqueños en el inexplorado Urabá de finales del siglo XIX.
A mi todas esas historias de colonos me fascinan tanto como las de vaqueros, piratas y forajidos. Por ahí hay una canción que se llama "El Herrante", es de uno de esos grupos de música de carrilera, que debe ser muy conocido en partes de Antioquia y todo el Viejo Caldas:

Como no naci en palacio
yo no soy hijo de un rey
como yo no fui a la escuela
yo no se lo que es la ley

Como soportar no puedo
mi tragedia y mi penar
en esa vieja cantina
yo me vengo a emborrachar.

Como yo soy el herrante
que a nadie le hago falta yo
por querer crecer solo
sabe dios en que lugar

La historia del tío Aníbal ahí mismito me arrecordó de esa canción. Chimba de post Juanchito.

Jorge dijo...

EL Tío Aníbal es un personaje muy tremendo. De gente así no es bueno contar todas las historias porque la gente depronto piensa que uno está alardeando de los pocos genes que comparte con él, digo pocos porque es hermano de mi abuela.

Ahora vive en Timbío. Ayer estuvo en mi casa y me contó que allá, en Timbío la gente no construye las casas con paredes medianeras, sino que entre casa y casa hay una luz como de 10 cms.

Jorge dijo...

Qué raro Sebastián, yo no he escuchado esa canción EL Errante. No es que yo sea master en carrilera pero eso por acá se escucha mucho.

La voy a buscar en youtube, y se la pongo al Tío Aníbal a ver si se anima.

Jorge dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Susana dijo...

Jorge, ¿me exlicás bien lo de la luz? Creo que no entendí

Jorge dijo...

Ah, Lalu, es que tal vez ese término "luz" es muy propio de los obreros de construcción. Lo que quería decir es que las casas, aunque sean contiguas, no tienen paredes medianeras, sino que queda un espacio, como una grieta entre casa y casa.

Jorge dijo...

Depronto ustedes leyeron Papillon?

JuanDavidVelez dijo...

Yo no lo he leido. La entrada está muy buena. La del viernes también estaba muy buena.

Jorge dijo...

Papillón es un prisionero francés, Henri Charriere, al que recluyen en la Isla del Diablo (me parece). Es una isla como por las Guyanas de la que durante 20 años piensa cómo escapar.

Ese libro me hizo pensar mucho en las variables. Papillón también pensaba mucho en las variables. Por ejemplo yo creo que si hace dos años me hubiera ido para Francia a hacer una maestría, ahora sería profesor de una universidad; y si a los 17 años me hubiera hecho más amigo de un amigo que tenía ahora estaría, probablemente, en la cárcel.

Mi abuela me cuenta que el Tío Aníbal salió a los 14 años de la casa con un ternero para vender y que ya solo volvía a veces en diciembre. Ese man es un putas porque desarmado da la impresión de estar siempre armado.

Sebastián, a usted que le gustan los forajidos, escuche esto para que ambiente sus historias:
http://www.youtube.com/watch?v=G2JkGlQN5Vo&feature=related

Esa gente tiene una música muy bacana. Yo le recomiendo Tres avisos, Muleta, Picador, Banderilla, Minas de cobre, Mazurra, Sánchez.

Jorge dijo...

Yo soy muy exagerado. Tal vez no hubiera terminado en la cárcel, pero sí me pondría una ropa muy diferente.

Oiga Juan David, esa entrada del viernes la borré por equivocación y después no la pude recuperar.

Martín Franco Vélez dijo...

La canción es una putería: aparece en una colección que se llama "100 súper éxitos de carrilera". Pensé que era de las Hermanitas Calle, pero no la encuentro; en todo caso la cantan dos señoras con un hilito de voz igualito al del famoso dúo. Y tiene un efecto rarísimo: apenas uno la escucha ahí mismo dan ganas de destapar una botella de aguardiente.

JuanDavidVelez dijo...

Entiendo que ese disco 100 super éxitos de carrilera revolucionó el genero. Muy buen titulo el de esa antología, me imagino que es una revisión transversal de la historia del género.

Por el tono del comentario de Martin veo que él hasta se pone arrosudo al mencionar ese disco (esa colección de joyas), se debe acordar tanto de donde lo compró como de donde lo oyó por primer vez.

Jorge dijo...

Yo entiendo a Martín. Por gente como el Tío Aníbal yo he tenido una vinculación muy estrecha con ese tipo de música.

Así que me acuerde me gusta mucho una de Odilio González, se llama Dos Lazos, también están Betinotti, creo que de Ignacio Corsini y la favorita del Tío Aníbal, China Hereje. Claro que yo no sé si eso pertenece estrictamente al género de la carrilera, pero sí es música que tiene que ver con la cultura del aguardiente. Depronto la carrilera es una subcultura del aguardiente.

Martín conoce "La Próstata" en Manizales?

JuanDavidVelez dijo...

A mi me gusta el aguardiente, es mi trago favorito, con aguardiente me aguanto esa música, sin aguardiente no, ahi perdonan el creimiento. Y lo digo con experiencia, un amigo bebía con esa música siempre, y pues conversando con él entonces yo también (porque no bebemos con audifonos), yo pasaba bacano, hasta que supe que era un poquito insoportable, una vez ese man borracho me llamó que estaba muy emproblemado, que le cayera. Fui, hermano, sobrio y uno oyendo eso, es muy bravo. Lo digo con respeto.

Martín Franco Vélez dijo...

Juan David tiene razón: hay que beber para disfrutar más la música de carrilera. Así es la cosa. Hay un disco increíble que tiene mi viejo en Manizales: se lo regalaron de una emisora que se llamaba (creo que ya no existe) "Radio Paisa". Ahí están, entre otras, clásicos tremendos como "Viejo farol", del Caballero Gaucho; "La cruz de madera", y "Dos pasajes", de las hermanitas Calle. De ésas me acuerdo ahora. Por cierto: el perfil que me muero de ganas de hacer es el del Caballero Gaucho, pero la idea original es del cantinero de Pablo Rolando Arango (supongo que usté lo conoce, Juanito). Y no, señor, no conozco "la próstata". ¿Qué es?

S E B A S T I A N G O M E Z dijo...

Aguardiente, billares, peleas. Esa es la música del colono y del minero. Yo oigo eso y me dan es ganas de peliar a machete y ruana envuelta, con un tatuaje en el antebrazo que tenga las iniciales VCF.

Martín, La Cruz de Madera es una chimba de tema. Yo siempre pienso en esa canción cuando estoy triste y creo que ya nada tiene sentido:

Adios sinceros amigos,
bendiciones de mi madre
Adios tan lindas mujeres,
adios hermosos lugares
adios y brinden señores
ya terminaron mis males.

Que hijueputa tema, y si, de acuerdo con Juandaví, eso pa' tomar guaro y casar pelea en una cantina.

Martín Franco Vélez dijo...

A mí ya me dieron unas ganas las hijueputas de beber gracias a este chat tan productivo.

JuanDavidVelez dijo...

Martin ¿cierto que al caballero gaucho lo abandono la musa hace ya un par de años?

Acá estoy oyendo, sin trago, y está sonando eso bacano, aunque lo que pasa es que la canción viejo farol no es carrilera, que cancionsota tan hijueputa, esa letra.

hoy en la bruma del tiempo me pierdo

La musa abandono al caballero gaucho porque qué más quería.

Jorge dijo...

Saben qué es bueno? El aguardiente con Delvalle. Yo no sé si uno se vea muy flojo tomando eso, como Alan, el hermano de Charlie en Two and a Half men, que toma martinis de manzana. Ese trago, sin embargo, lo recomiendo estrictamente para la tarde, en clima cálido, con pantalón de lino claro, porque es un trago muy sofisticado, eso no es como tomar vino y hacer buches, no, no, esta es una cosa exótica del trópico que merece cierta atención estética.

Muy bacanas las canciones que han puesto ahí. Aquí en la casa tengo Viejo Farol en LP, creo que también está La Cruz de Madera. Esa última canción me hace pensar en un tema que se debate mucho en blogs, y es qué hacer con uno cuando se muera. Es que hay un parrafito que dice:

"Este mundo es muy chiquito,
y yo lo anduve rodando
Por eso quiero me lleven
con una banda tocando..."

Ahí yo creo que se refiere como a una banda tocando detrás del ataud y los dolientes. Eso yo lo he visto en Riosucio, el pueblo de donde es mi mamá.

Martín Franco Vélez dijo...

Si usted quiere buscar las raíces de la cultura paisa (ojo, sociólogos), no pierda el tiempo hurgando en los libros: vaya a YouTube y ponga "cuando llora un hombre", del Caballero. Puro machismo. La madre: yo algún día tengo que hacer algo con la música de carrilera. ¡Ah, ya recuerdo!: había otra canción en la colección de los cien súper éxitos sobre un preso y otra sobre un pelado que se va de la casa. Dos historias buenísimas; mañana mismo paso por ese CD para enriquecer esta charla.

PD: ¿El aguardiente con Del Valle no lo deja a uno con un coma diabético?

Jorge dijo...

No, Martín, ese trago es agradable. También hay una versión con Naranja Postobón, igualmente aceptable.

Hace un rato puse el ipod en la lista "aguardiente", (aunque irónicamente estoy tomando ron), hay algunas joyas, no sé si pertenezcan al mismo género o si me estoy saliendo del tema:

-En mi soledad, Los Cuyos
-Yo quiero un amor, Ibarra y Medina
-Cualquier tumba es igual (unknown)
-Polvo de los caminos, Agustín Irusta
- Mi mala estrella, El caballero gaucho
-Mis delirios, Agustín Magaldi

De esas la que más me gusta es "en mi soledad".

Ángela Cuartas dijo...

Yo necesito un aguardiente, pero para digerir la imagen de mi tocaya misericordiosa llevando flores para víctima y victimario.

S E B A S T I A N G O M E Z dijo...

Ay parce, Los Cuyos. Esos también son meros capos del género musical de todo el gusto de los paisas. Hay otras, que yo me acuerdo que mi abuela, que es del suoreste de Antioquia (Jericó) oía muchísimo y cantaba lo más de bella: era un dueto que se llamaba "Las Jilguerillas" Este juanchito me hizo dar puras ganas de oir guasca y tomar guaro. "Las Jilguerillas" son de México y cantan pero bueno, oigalas pues!

http://www.youtube.com/watch?v=-_i_sohETDc&feature=fvst

Pero es que a lo bien, ¿no es muy poético ese clásico de la guasca? (que no me suena machista, antes más feminista que un putas, contrario a lo que opina Martín de esa música, claro, ésta debe ser muy excepcional):

"si no me querés te corto la cara con una cuchilla de esas de afeitar, el día de la boda te doy puñaladas, te arranco el ombligo y mato a tu mamá"

Eso si uno lo cambia de ritmo y lo canta con voz de grind-core, le cuento pues que le gana a Cripple Bastards en popularidad. Esa música es una chimba.

En mi casa había una empleada que se llamaba Rosa, y vivía oyendo la Radio Paisa, y ahí ponían meros temas. Eso si es un registro el hijueputa pa comprender la sensibilidad de un pueblo o cómo dice R.Williams, las estructuras de sentimiento. Pero también hay que leer a Agustín Jaramillo Londoño: "el testamento del paisa", donde habla de las mañas de Cosiaca y Pedro Rimales, dos pícaros de Guayaquil. ¿Quién se lo leyó? Yo lo tuve y por güevón lo vendí una vez en la Bastilla, amurado por plata. Pero lo quiero volver a conseguir, meras cosas más chimbas había ahí:

-Más peligroso que una aguja en un sancocho.
-Más peligroso que una balacera en un ascensor
-Mas enredao que un bulto de anzuelos
-Mas delicao que un tiro en un oído

Y uno que me parece muy charro: "más contento que un marica con tres culos"

JuanDavidVelez dijo...

Yo lo leí. Lo que más me gustó fue la taxonomía de los paisas, de esos diferentes grupos de la clasificación la que más recuerdo es "el paisa de Envigado", porque yo tenía conocidos que eran puro paisa de Envigado.

Martín Franco Vélez dijo...

"...y al cabo pa' enterrar nuestros amores, cualquier panteón es bueno, cualquier tumba es igual". Muy buena, Juanito. Las hermanitas Calle tienen una canción que le encanta a mi abuelo y le trae, siempre, quién sabe qué recuerdos: Ojitos verdes. Y ahora que tocamos el tema (y perdón por salirme de la carrilera), hay otro cantante que le fascina al viejo: el doctor Alfonso Ortíz Tirado, que fue muy popular en Manizales y Antioquia por allá en los años cincuenta (¿o cuarenta?). ¿Alguien lo ha oído? Por si acaso, acá les dejo una muestra: http://www.youtube.com/watch?v=fxv3SWxhjhg

Martín Franco Vélez dijo...

¡Coman mierda! Me dejaron solo...

Jorge dijo...

Nos quedamos dormidos en la mesa. Yo no sé, Martín, esa música de Ortiz Tirado me parece muy estructurada para pertenecer a la cultura del aguardiente. Con Los Cuyos hay una anécdota. A mi mamá le gustan mucho, pero mucho, son sus cantantes favoritos y a ella también le gusta mucho esa canción En mi soledad. Hace como un año Los Cuyos se presentaron en Manizales (no sé si sean los hijos de Los Cuyos, pero estos también estaban viejitos); mi mamá, por supuesto, fue al concierto. Yo estaba viviendo en Medellín, y como a las 2 de la mañana me llamó mi hermana y me dijo: Los cuyos están en la casa. Los cuyos son tal vez los personajes más ilustres que han pisado mi casa.

Martín Franco Vélez dijo...

Es verdad. Lo que pasa es que, según veo, el tipo fue tenor. Pero claro: eso es muy romántico para entrar en la cultura del aguardiente. En todo caso, al final nada como La Jarretona:

"Ya estoy ojihundido/ en los meros huesos/ todito culiseco de tanto sufrir/ y vos jarretona/ echando barriga/ durmiendo con otro y burlándote de mí".

X. dijo...

Qué historia tan poderosa.