Una fracción de los hechos se pierde entre parpadeo y parpadeo





miércoles, 24 de febrero de 2010

Fernando Yepes


Les voy a hablar de Fernando Yepes. Hace dos días y medio lo conocí, le di la mano y le dije mucho gusto, doctor, porque estaba vestido de traje completo, corbata impecable y medias adecuadas (delcolordelvestido), lo que de entrada anuló cualquier sospecha.

Sólo su cara demasiado benévola me confirmó más tarde (cuando lo mandaron a comprar los tintos) que se trataba de un subordinado y sentí un poco de vergüenza al recordar la sonrisa que le había causado el hecho de que yo lo hubiera llamado doctor.

Me espantó la idea de que lo hubiera tomado por una burla.
***

Ya van tres días y no ha repetido vestido. Siempre está sentado en la mesa del fondo, con la espalda rectísima, leyendo un librito muy pequeño... tanto que no he logrado adivinar a la distancia un título extenso que se explaya a lo largo del lomo donde sólo alcanzo a leer: Schopenhauer.

Hace poco el jefe hizo un mal chiste y el único que rió - interrumpiendo su lectura en señal de buena educación - fue Yepes. Este estúpido se ríe de todo, dijo el jefe, y Yepes sonrió como agradeciendo tímidamente el insulto.
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No mide más de 1.65 y se peina hacia atrás. Se peina muy bien e incluso a veces en los intermedios que licencian su juiciosa lectura, se hace retoques con una peinilla negra que guarda en el bolsillo del pantalón. Una de las cosas que más me agrada de Yepes es su reloj. Es un relojito dorado. Lo debe haber comprado hace unos 30 años. Es posible que haya sido el último regalo que recibió porque gente como Yepes ya ha dejado hace tiempo la costumbre de recibir regalos y muchos menos, elogios. Es por eso que hasta los insultos los agradecen. Porque a falta de una caricia siempre es bueno un golpe... un recordatorio de su condición.

El reloj parece nuevo pero uno sabe que es viejo. Lo mismo debe suceder con los vestidos, con las corbatas, con los zapatos, las gafas y la peinilla de Yepes. Pasa las páginas del libro con cuidado extremo... es evidente que lo valora y no lo quiere estropear. Sólo a veces señala con el lápiz alguna frase, se detiene un poco, hace un gesto de confusión y sigue leyendo.

Yepes es una persona amable y eso me hace sentir muy cómodo.

Me gustaría regalarle una corbata pero temo que ese sea un insulto de verdad para alguien como Yepes.

Le voy a regalar un libro... Ya debe estar acabando con Schopenhauer.

10 comentarios:

maggie mae dijo...

me gusta mucho esta entrada.

JuanDavidVelez dijo...

Si, que pena mi muy normal elogio, pero esta muy bacana. Chimba de entrada.

Me hizo acordar de muchos compañeros de una fabrica donde yo trabaje muchos años, me acorde de don Enrique, de David, de Fredy, de un monton de gente, me hizo acordar de mi mamá.

JuanDavidVelez dijo...

Me acorde también de astridsita que también trabajaba allá, y siempre que me acuerdo de astridsita me acuerdo de Natalia.

Jorge dijo...

Ayer cogió el teléfono y con mucha decencia (Porque Yepes es una persona en extremo decente), preguntó: ¿Tiene kit completo de clutch para Chevette 81? No?, humm, sí entiendo, eso debe ser difícil de conseguir... Sí, esos aparatos ya van de salida.

La conversación se repitió unas 4 veces con almacenes diferentes.

Estoy seguro de que el Chevette también parece nuevo. Yepes seguro no pita, maneja con paciencia y respeta peligrosamente todas las normas de tránsito.

Seguramente cuando Juan David se acuerda de Natalia... Bueno yo no sé, pero dudo que Natalia, por el nombre, estuviera en la misma categoría de Don Enrique, por ejemplo.

De ese tipo de personajes, como Natalia, hablaré más adelante cuando tenga otro trabajo porque en esta oficina no hay a quién mirar.

Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Qué pesar que en esa oficina no haya a quién mirar! todas las oficinas deberían traer, garantizar, un alguien a quién mirar! mi oficina, ofrece pocos, pero bonitos, miraderos...

A mi me ha pasado lo contrario...

- ...
- Y tú eres su secretaria?
- No, yo soy la directora financiera de la empresa
- (cara de espanto, yo esas caras no las puedo disimular) ahhh claro!! claro!!

Es horrible, porque uno está diciendo claramente con eso: "no tienes el perfil para el puesto", y eso es siempre, una ofensa. Pero por qué no aprenden como Yepes a combinar la ropa!

Y por último, me parece terrible, cuando a falta de caricias uno agradece los golpes... siento compasión por Yepes! Me alegra que le vayas a regalar un libro!!

maggie mae dijo...

en la oficina en la que trabajo ahora todos son feos. TODOS.
y tengo una pregunta, ¿por qué las mujeres se ponen unos pantalones en una tela que les deja ver la celulitis? ¿ah? ¿Por qué? Se ve inmundo, ¿no tienen mamá, hijos, padres, gente que las quiera?
Menos mal tengo una oficina de la que se ve Medellín.

Jorge dijo...

Ahh, yo creo que las mujeres son muy propensas a esas cosas que menciona Anónimo, (que debe ser anónima...) Otra clásica es que le preguntan a una gorda cuántos meses tiene de embarazo, sin que esté embarazada.

Ehh, eso que dice Maggie es muy cierto, aunque a mí me gustan mucho las nalguitas temblorosas. Hay otra duda que tengo y es ¿Por qué en las oficinas, las mujeres se tocan las nalgas antes y después de entrar al baño?)

Ahh, y otra: ¿POr qué habrá gente que corre, y no camina, entre oficina y oficina? ¿Será una forma de hacer ejercicio mientras trabajan?

Susana dijo...

Qué lindo Yepes. Me acordò de Vicky y Gloria, la secretaria y la empleada del servicio en la oficina de Javier Tamayo: eran mas elegantes, pausadas y nobles que toda la gente que trabajaba allà junta.

Lo de los pantalones de polièster que dejan ver la celulitis, tampoco lo entiendo. Son muy, pero muy feos.

Lo que le encantaba a mis compañeros de Bancolombia (por cierto, feos todos) era ver como el pantalòn se le tragaba en la cuca a las viejas.

maggie mae dijo...

lalu, a eso le digo partir la torta, que es lo más feo del mundo, pero eso tiene un nombre: camel toe. ¿le has visto una patita a un camello?
en esta página se puede apreciar cómo esto le pasa a las famosas: http://funnycrave.com/15-celebrity-camel-toe-photos/4840/

Susana dijo...

y ahì es que uno se da cuenta de lo grnde que es la de algunas peladas. Se ve horrible.