Una fracción de los hechos se pierde entre parpadeo y parpadeo





miércoles, 12 de mayo de 2010

El Clark Kent de Pepe


Todos los hábitos se hacen populares. Es por eso que ponerse las medias con docilidad de oficinista equivale en contenido reaccionario a no ponérselas y enseñar, en cambio, un escapulario amarrado a los tobillos desnudos... Al parecer nada tiene una gracia individual. Nada es íntimo y ningún acto proviene de una creatividad seria. Todo es igual.

Llevar vidas paralelas, como Clark Kent, parece ser la mejor forma de sentirse satisfecho y no ansiar ser otra cosa. Hace poco leí un cuento sobre un tipo que se llamaba Pepe. Pepe limpiaba baños de día, hacía plomería en sanitarios repletos de mierda y soportaba callado los insultos del jefe que lo saturaba de órdenes y lo descalificaba frente a las secretarias. Pasaba por los corredores cargando un balde lleno de agua sucia, arrastrándose más que caminando, y despertando a cada paso una combinación abominable de lástima y burla. Pepe era un don nadie que sin embargo tenía un as bajo la manga... Todas las noches antes de salir del edificio guardaba el balde en su lugar, se lavaba la cara, se pasaba la peinilla por la cabeza y salía caminando con una prisa sospechosa. Al cabo de varias cuadras se detenía frente a una puerta de aviso rojo, subía 4 metros de escaleras sin descanso, cogía uno de los látigos que colgaban de la puerta del bar y lo descargaba sin piedad sobre las nalgas de una masoquista. Se lo metía por detrás sin lubricación. Le gritaba puta. Se la echaba toda en la cara. Le agarraba las orejas... Se vengaba del mundo.

De día, mientras limpiaba cloacas, Pepe recordaba la noche anterior. Depronto su humillación parecía más soportable cuando veía erguir – a causa del recuerdo – el último baluarte de un orgullo que se reducía a su entrepierna. Y entonces se reía de nada y seguía limpiando.


***
Después leí en el almanaque de un taller que solo un hombre inteligente tiene la paciencia para hacerse el tonto cuando se ve enfrentado a un tonto que pretende ser inteligente. Ese taller me gusta mucho. Elkin, el dueño, tiene seis dedos en una mano y cuatro en la otra. Trabaja sin descanso en un taller que no es más grande que la cocina de mi casa y lo he visto recibir hasta $800.000 en una hora. Es extraño que tenga 10 dedos repartidos de esa manera... Casi parece un chiste.

Cuando lo veo contar los billetes con su mano de 6 dedos y pasarlos después a su mano de 4 para meterlos en el bolsillo del overall, pienso que su ligero defecto de distribución no es más que una alegoría del equilibrio que se encuentra en el desequilibrio. En ese desequilibrio aparente que encarna el hecho de ser dos personas al mismo tiempo: una tonta y la otra inteligente.
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Tener 2 vidas para escoger parece ser una buena opción... Es por eso que al mediodía me saco la camisa del pantalón, me tomo una cerveza y hago caras en el espejo.

14 comentarios:

Natalia. dijo...

:)

Susana dijo...

Y por eso tenés blog también, ¿no?

A mí me gusta es ser una especie de pateadora de lonchera andante, jugar con los límites de la rebeldía. Es infantil, pero entretenido.

Jorge dijo...

Ahora que dijiste lo de jugar con los límites de la rebeldía me recordaste una fantasía que tenemos mi hermana y yo. Es una cosa tonta, infantil, pero como tú dices, entretenida.

En esos cajeros que uno hace la fila en el carro tienen unas cocas, como unos termos para meter la plata y los recibos de consignación. Sería muy bueno hacer la fila en el carro y cuando llegue el turno de uno, robarse la coca. Es una cosa muy estúpida, pero me imagino la cara de desconcierto del cajero y la incomodidad que uno causaría mientras encuentran otra coca. Seguro hay que encargarla a una fábrica en Bogotá que es la única que hace cocas de ese tipo en el país.

JuanDavidVelez dijo...

Esta muy bacana.

No es por nada, pero la anterior la michirruca o como se llame me parecio muy mala. ¿Por favor no me creo critico de blogs que no me queda?

JuanDavidVelez dijo...

Una puta me pregunto como hacia ella para subir fotos al feisbu. Yo siempre me presento con mi nombre, otros parceros se inventan nombres. Afortunadamente saludar con el apellido me parece una exageración y un exceso de autoestima "juandavid a secas".

Que viva el internet, de verdad.

Jorge dijo...

Sí, eso de tener blog asegura como una especie de doble personalidad. A mí, por ejemplo, me gusta lo del seudónimo. Aunque es evidente que no es un nombre real, la gente que no me conoce y que lee el blog, debe pensar en mí como "Juanito", el único nombre al alcance.

En honor a la paranoia causada por la falsificación, hasta se puede pensar que soy una vieja, que estoy muy buena, que tengo un twingo rosado y que me hago pasar por hombre.

Bueno, ya me las estoy dando mucho de Clark Kent. Eso debe ser lo que pasó en la entrada pasada, Juan David. Al principio me pareció como regular. Después un amigo me dijo que muy buena. Después otra gente me escribió que sí, que muy buena y entonces me empezó a gustar otra vez. Ahora usted me dice que muy mala y entonces otra vez me pareece mala. Se la voy a tener que leer a mi mamá para que me vuelva a gustar.

Ana María Mesa Villegas dijo...

No será que por mucho que uno trate de ocultar su otro yo detrás de unas gafas, al estilo de Clark Kent, con la complicidad de todo el mundo (porque superman es evidente en él), a uno también se le nota el héroe que sale sólo de noche a comerse una puta?

A mi me gustó mucho Muchurrua III

JuanDavidVelez dijo...

Yo creo que en general a uno no se le notan sus otras vidas, afortunadamente. Pero no digo que es una fortuna por solapamiento, sino porque eso es bacano, uno ir pillando las otras partes de la gente. "y eso que no conoce mi otro yo, es todavía más aburridor".

Jorge dijo...

Yo creo que el "otro yo" del que hablamos (Esas palabras de la jerga pisológica como "otro yo" me parecen de Teleamiga), ese que uno es en el tiempo libre, no es el "otro", sino el mismo. El que es un poquito fingido es el que uno interpreta durante su actividad social de todos los días.

Yo tengo un amigo transformista. Ese sí tiene un "otro yo" muy definido.

maggie mae dijo...

esta canción puede ser la banda sonora de este post: http://www.youtube.com/watch?v=xBzPXHUAHOc
(juandaví, se me olvidó como poner links, ayuda)

Jorge dijo...

Ehh, ese grupo es muy bacano. Una vez me habían mandado una canción de ellos pero no me acuerdo cuál era. A mí me cae bien la gente bipolar siempre que no me toque verles más de un polo...

CARAPÁLIDA dijo...

jajajajaja...me rei mucho leyendo lo de la coca! algún día quiero hacerlo de verdad para ver la cara del cajero y la del resto de la gente que esté haciendo la fila. Lo que me da miedo es que alguien más lo haga antes que yo! excepto si eres tu.

Jorge dijo...

Claro que era más terrorista el hecho de que tú le cogieras los escasos pelos de la calva al jefe de mi papá.

CARAPÁLIDA dijo...

jajajajaja Yo no sé porque hago o hacía esas cosas...se me salen así...naturalmente